Las entrañas arrogantes de Lynch, corazón salvaje que galopa cual elefante en imperio; benito bodoque el mas "pequeño" de mis hijos; carnosos labios flameantes de la dulce y candida virgen Maria, en tu regazo lleno de lujuria, arrópame en tu pecho calido de pecado; hermano monstruo, dame una mano, la que te sobre, a mi me hace falta; ojos irritantes que no me dejan ver la culminación del paraíso; sangre que diluyes por los poros de la piel rasgada; me da una quesadilla de mis sesos, por favor; oscuridad, o dulce agonía, como saber que existes, no estas segura; estos dedos que cercenan mi alma; hojas tras hojas en una vía láctea infinita; ojos gritantes, déjenme pasar, no pido mucho solo que me dejen arrancar venas; es demasiado pedir perseguir con navajas al corazón fugitivo; luces no me dejen solo; piedra convertida en corazón, no quiero que vivas, no quiero que latas; mascara que cubres tus encantos con llamas congeladas; dime que sigues ahí; voces hirientes que se clavan en glucosa; alarido de amor mezclado con agonía; puño que nace y muere en el centro de ser; sonrisa traicionera, déjame solo.
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