“Las únicas personas que me agradan son las que están locas: locas por vivir, locas por hablar, locas por ser salvadas”
-Jack Kerouac-
-Jack Kerouac-
Y aquí vamos de nuevo…
Talento Inútil Nº 99
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Por que ha llegado a mis oídos cierta insinuación de nihilismo (valemadrismo diría propiamente mi entrañable Alfonso Zayas...) , día tras día comprendo de a poco esta extraña realidad, trato de converger en ella (sin mucho éxito debo reconocer…); tengo un poco atrasado cierto pasado semi-bíblico (profano! pero si tu presumes de ateo..!, comulgo con lo relativo pero esto es absurdo…!), & mientras consumo en esta noche lluviosa una agradable porción de cereal acompañado de las melodías psicodélicas de los Flaming Lips, mi mente viaja por los orificios porosos de mi memoria, enarbolando la gran máxima del buen Tom Wolfe, mi mente viaja sumergida por una trance prodigioso, conducido por el frenesí de la expiación de mis palabras cohibidas:
El origen de la vida; un tema por demás manoseado a partir de diversas aristas; por lo tanto optare por contextualizar mi experiencia (claro que no absoluta); he de confesar que contrario a los “otros”, el ambiente hospitalario no me resulta desagradable, reconozco el fetichismo que encuentro en pasillos, enfermeras prepotentes, guardias desquiciantes, esto totalmente aislado de las situaciones que envuelven mis visitas o estancias en hospitales. La mas resiente visita fue por aquello que buscaba Kubrick, su mas grande inquietud fue semi-desmantelada en una institución medica gubernamental; cual es nuestro origen…?, de donde provenidos, que incita la concepción de nuestro ser & nuestra esencia..?, son preguntas que se pasan por alto cuando lo mas importante es saber “a que hora la intervienen…?”, “como esta el bebe…?” o “podré pasar a verlo hoy…?”. Estos acontecimientos fueron sonorizados por sendas sirenas cacofónicas, murmullos infinitos; ambientados en escenarios decadentes, suelo frió & duro, noches intranquilas (cierto Abelardo…?); ignoro hasta el momento si lo que presencie sea una de las respuestas que encontró Kubrick, pero me gusta pensar que así es, pensando quizás que este es un agridulce inicio para lo que llamamos vida.
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Oda; Oda por los que se pierden en ciénagas de agua; Oda por los que aun buscan a la Luna; Oda por los adoradores de Almas; Oda por los que viven al limite; Oda por los desertores de la “realidad”; Oda por los asesinos a sueldo de miedos; Oda por aquellos que aun no olvidan su sonrisa; Oda por los que aman sus culpas; Oda por los que sienten las palabras; Oda por los Bohemios que exorcizan muñecos imaginarios al ritmo de la lluvia; Oda para “aquel” que estudio en el Jardín de Niños en el Infierno; Oda para la cabeza parlante que cuenta odiseas camaleónicas; Oda para los portadores de dedos mágicos; Oda para la mujer que alimenta a los hambrientos de Amor; Oda para esos zapatos mágicos que jamás dejaran que caigas; Ode to no more than one language knows; Oda para el amable moderno prometeo que atiende aquella inolvidable cafetería; Oda para las carreras interminables que desembocan en madrugadas; Oda para la maestra en caricias; Oda para los que padecen de soledad por las noches.
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Tú que eres yo cuando sabes lo que pienso; que descubres cada palabra arrojada por mi miserable boca; Tú que sabes en que momento golpearme en publico; Tú que ciertos días & otros no existes, & yo te acompaño en ausencia; Tú eres la mujer que jamás logro ver a la cara, por que siempre voltea en el momento injusto; Tú que tienes esas lindas & tentadores piernas; Tú que juegas inesperadamente conmigo a “Caperucita Roja & el Lobo Feroz”, que cambiamos papeles de acuerdo a la situación; Tú que te reflejas en este espejo; Tú que no encuentras las llaves (de mi alma..?); Tú que tienes esa cadencia para caminar; Tú que inventas palabras (“chonchez”, uh...); Tú Bonita, con Licenciatura en Patafisica & Doctorado en Metafísica; Tú que estas hasta allá...
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