Los pollos yacen en el suelo sucio del granero, entre trozos de madera & un tractor inservible; hace apenas un par de horas inundaban el patio trasero & el silencio era roto por sus pequeños “pios” & la sonrisa de la pequeña que los perseguía sin sentido. Ahora solo es un gran montón de plumas, carne & sangre con un poco de tierra; la ternura insana de la imagen capturada por sus pequeños globos oculares, provoca inevitablemente el caer de unas lagrimas, que bajan tímidamente por sus mejillas hasta que son derramadas en la tierra; sus lagrimas dentro de unos momentos se habrán borrado del suelo, ya que ha comenzado a llover en el pueblo. Mientras sostengo tiernamente su mano, veo fijamente el asqueroso montón de pequeños cadáveres que comienza a ser rodeado por una cantidad considerable de moscas; pienso que seria bueno que siempre lloviera en el pueblo cuando también hay llanto.
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