Una mañana cualquiera despiertas, contemplas vagamente el techo del cuarto (ese pedazo de mundo imperfecto & decadente), tratas de perder la noción del tiempo & la realidad en la semiblancura de ese trozo de cemento.
De pronto te das cuenta de que ya no hay en quien confiar; pienso que quizás esto sea algo lamentable, quizás es demasiado prematuro...quizás lo que reste es una pizca de esperanza, ese vomito comestible que comen jubilosamente los “soñadores”...
De pronto te das cuenta de que ya no hay en quien confiar; pienso que quizás esto sea algo lamentable, quizás es demasiado prematuro...quizás lo que reste es una pizca de esperanza, ese vomito comestible que comen jubilosamente los “soñadores”...
1 comentario:
no mames, me encantó tu blog
"ese vómito comestible que comenen jubilosamente los "soñadores'..."
y la foto, ¿quién no amó ese cuerpo, quien no amó esos lentes?
chido tu bló
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